domingo, 13 de marzo de 2011

Vélez se agrandó en el Monumental y lo padeció River

Un trabajoso pero merecido triunfo por 2-1 se llevó este domingo Vélez del Monumental, para sumar otro resultado positivo en una balanza hasta ahora marcada por la irregularidad. Lo padeció un River que no supo aprovechar sus puntos fuertes, perdió por primera vez en el Torneo Clausura y dejó pasar una buena chance de seguir bien metido en la pelea.

En las primeras instancias, fue el conjunto de Juan José López el que vislumbró una mayor peligrosidad ante un fondo visitante al que le costaba mucho controlar a Erik Lamela y Manuel Lanzini, además de las subidas de Roberto Pereyra. Mariano Pavone y Lamela avisaron primero con sendos disparos cruzados y desviados.

Sin embargo, con el correr de los minutos, fue creciendo Ricardo Alvarez en el medio, Matías Almeyda no gravitaba y el tándem Gastón Díaz-Augusto Fernández, aún con sus altibajos, consiguieron que por su sector el Millonario se preocupara más por defender que por atacar. David Ramírez y Maximiliano Moralez pudieron empezar a recibir juego, y el trámite se emparejó.

Así, en los últimos metros se los veía muy solos tanto a Pavone como a Santiago Silva. El Pelado tuvo su chance cuando avanzó por derecha, eludió su marca y exigió a Leandro Chichizola, mientras que Lamela cabeceó muy alto de frente al arco tras un centro de Pavone.

Hasta que, a los 34, todo cambió a raíz de un error de un Chichizola que venía haciendo todo bien en su estadía en el arco de River. Recibió un pase desde la izquierda y pretendió despejarlo perdiendo de vista el balón, que le pegó en el pie de apoyo cuando se aprestaba a reventarlo de un derechazo. La pelota quedó corta y Silva, con olfato de goleador, no lo perdonó. El tanto acentuó el buen momento del Fortín, que logró controlar la obligación local que sólo se acercó a la igualdad con un disparo alto de Jonathan Maidana desde afuera del área.

Una envión en el inicio del complemento le bastó a River para equilibrar las acciones. Lanzini ingresó al área y Emiliano Papa lo tumbó, para que Héctor Baldassi decretara un penal sin discusiones. Pavone definió con clase a la izquierda de Marcelo Barovero y todo estaba como al principio.

Con Pereyra como carta de peligro por su sector y el crecimiento de Almeyda, el Millonario de hizo de la pelota y merodeó con peligro. El tucumano tuvo dos oportunidades, en una desvió Barovero y en otra un defensor y el balón se fue alto. Pero el local no aguantó tanto ritmo y de a poco fue cediendo el dominio a los de Ricardo Gareca, con el ingresado Héctor Canteros bien asociado a Alvarez y el ingreso de Juan Manuel Martínez como una demostración de ambición.

Papa le dio trabajo a Chichizola en un aviso de lo que llegaría en el minuto 39. Alvarez coronó su gran noche encarando por el medio, pasando entre todos y chocando con Chichizola, la pelota le quedó a Moralez, el Enano sacó un remate que rozó en el arquero y Silva, el eterno cazador de pelotas sin rumbo, volvió a definir con buen tino para el 2-1.

De todas maneras, el tiempo que quedaba prometía ser emocionante. Pero el Fortín se cerró con inteligencia y apenas padeció con un cabezazo de Pavone solo, que controló Barovero. Todo fue entonces para Vélez, que aún con sus vaivenes ya se cargó a Boca y a River en dos fechas seguidas. El Millonario acusó el golpe, y se fue envuelto en dudas y tppándose otra vez con un encarnado fantasma del promedio.

Fuente: TyC sports

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