sábado, 9 de abril de 2011

Racing y Huracán se llevaron un punto con gusto amargo

Racing y Huracán construyeron un partido opaco por la falta de claridad en los últimos metros y terminaron 0-0 en Parque Patricios. La Academia cortó la racha de tres caídas consecutivas, aunque sólo pudo descontarle un punto al líder Estudiantes, que lo supera por tres. En tanto, el equipo de Pompei quedó en zona de Promoción por el triunfo de Olimpo ante Colón.

Pese a haber ensayado en la semana con un 4-4-2, Russo optó por mantener la línea de tres atrás y se la jugó con García como carrilero izquierdo. Aun con la mochila cargada de presión por las tres caídas al hilo, la idea inicial de Racing se mantuvo: juego prolijo y ambicioso. Pero enfrente tuvo a un rival que le propuso batalla con mucho esfuerzo.

En consecuencia, los equipos protagonizaron un entretenido primer tiempo. Racing expuso su clásica tendencia lírica, aunque careció de la precisión del arranque del certamen. Sólo tuvo ráfagas de juego cuando Toranzo y Pillud entraron en acción. Por su parte, Huracán halló resquicios para dañar por la derecha, donde el hábil Maidana complicó a García.

En las chances más claras del visitante, Pillud sorprendió con dos remates que pasaron cerca. En tanto, Huracán inquietó con un disparo de Battaglia y un cabezazo de Cámpora. En los últimos cinco minutos del periodo inicial, el Globo gritó dos goles en posición adelantada y el línea no falló a la hora de detectar dichas faltas. En ambas ocasiones, el infractor fue Cámpora.

Luego del descanso, Russo reemplazó a Respuela con Lugüercio, mientras que Pompei debió prescindir del lesionado Maidana y apostó por Morales. La paridad no se alteró. Racing ganó movilidad con el Payaso, pero no claridad. En tanto, el Globo solventó su planteo en base al buen trabajo de Battaglia y Brítez Ojeda en el doble cinco.

Los ataques de Racing se tornaron previsibles por culpa de un cóctel peligroso formado por: la intermitencia de Toranzo, el egoísmo de Gutiérrez, la falta de gravitación de Hauche y las malas decisiones de Pillud. La Academia se olvidó de pensar ante un rival que le mordió los tobillos y tampoco halló contundencia para aprovechar sus chances.

A los 30, Racing salió de su modorra por unos segundos y estuvo cara a cara con el gol. Toranzo dibujó una asistencia para Gutiérrez, que perdonó a Monzón en la definición. En tanto, el Globo metió miedo con un cabezazo de Battaglia que Yacob despejó sobre la línea. Un partido tan desprolijo como dramático que terminó con un reparto de puntos inútil para ambos.


Fuente: TyC sports

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