sábado, 24 de marzo de 2012

Racing sufrió una dura goleada ante Unión

Luego de dos semanas de alivio, Racing cayó por 3-0 frente a Unión de Santa Fe en Avellaneda y retornó a la pesadilla que vive en el Clausura. La ilusión sembrada por las victorias consecutivas ante All Boys y Olimpo se evaporó en una noche que mostró a un anfitrión apático, desequilibrado, impotente e irritante. Para el Tatengue, que se alejó de la zona de Promoción, fue el resultado ideal para robustecer la esperanza de seguir en Primera.

No podía ser peor el arranque del partido para el local. Unión sacó del medio y en 8 segundos se puso en ventaja a partir de una desinteligencia defensiva entre Saja y Matías Martínez, quien se llevó la pelota por delante en un centro envenenado de Rosales y marcó en contra. Un blooper que los marcó a fuego a los dos equipos: Racing potenció sus nervios y Unión se calzó el traje de contragolpeador que tan bien le queda.

Con el retorno de Giovanni Moreno en lugar de Santander, Teo Gutiérrez volvió a jugar adelantado pese a haber sido clave en los últimos dos partidos en una posición más retrasada. La mayoría de las jugadas albicelestes se construyeron por la derecha, a partir del clásico movimiento entre Toranzo y Pillud (uno se cierra para dejarle el hueco al otro). Más allá de un tiro libre del Pato y un remate del lateral, los de Basile vulneraron muy poco.

A los 18 llegó el segundo golpe del Tatengue, que le sacó jugo al espacio vacío que dejó Toranzo al cerrarse. Velázquez, el volante por ese sector, recibió de Montero (había arrastrado a Cahais hacia el centro) en el área y definió sin titubear. Una diferencia exagerada, aunque entendible desde la faz táctica. Unión se retrasó para ceder la iniciativa, pero recuperó fácil y desplegó a sus volantes (con Rosales como eje) en cada respuesta.

La gente de Racing estallaba de bronca al ver a su tibio equipo, que era reiterativo y no probaba con Castro por la izquierda. Cómodo y filoso, el Tatengue pudo haber ampliado a los 40. Cahais sujetó a Rosales en el área y Maglio pitó penal. Luego comenzó una discusión insólita entre Rosales (encargado de patear) y Bologna, que pretendía hacerlo. El arquero lo ejecutó y Saja lo tapó, pero se repitió por invasión. En el segundo intento, el ex Banfield la mandó a las nubes. Kudelka, furioso con Bologna, insultó en el banco de suplentes.

Basile no anduvo con vueltas en el vestuario. Afuera Gio y Toranzo, adentro Zuculini y Santander. En consecuencia, cambio de organizadores: Castro y Teo se pusieron al frente de la ofensiva. Pero Unión no les dio tiempo a acomodarse y festejó el tercero a los 3: centro de Montero y cabezazo de Jara. Una nueva demostración del poder de dinámica de los mediocampistas santafesinos, que fueron la llave para destruir a la Academia.

La expulsión a los 9 del lateral Cárdenas a los nueve le dio una leve esperanza a Racing, que cambió su forma de jugar para asemejarse a lo que había hecho en los dos últimos duelos. Un estilo más vertical, con una búsqueda directa hacia Santander. A los 24 llegó la chance del descuento, luego de un penal de Velázquez a Hauche. Bologna se lo atajó a Teo, aunque el remate se repitió por adelantamiento. Pero luego el colombiano ejecutó de manera desviada. Cuatro penales fallados en ese arco.

La pasión por el fútbol fue el único argumento que se pudo brindar a la hora de explicar el aliento de la hinchada racinguista en la recta final. En el campo, el elenco del Coco no contagió nada por su excesiva palidez. Fue opaco en ataque (aun con Teo como conector), desordenado en el medio (en los costados, donde no pudo llegar Pelletieri) y frágil defensivamente (tanto en los laterales como en la zaga). Un 3-0 lapidario que les volvió a abrir la puerta a los problemas en el Cilindro.


Fuente: TyC sports

0 comentarios:

Blogger template 'PlainFish' by Ourblogtemplates.com 2008